TIJUANA, Baja California.- Migrantes del albergue Ágape se manifestaron afuera del consulado de Estados Unidos en México con el objetivo de hacer un llamado a las autoridades estadounidenses para que las peticiones de asilo político puestas por algunas de las personas tengan una respuesta.
Algunos han pasado meses sin recibir nada, esto también para evitar que caigan en la ilegalidad al contratar a coyotes que los crucen por el desierto a cambio de dinero, afirmó el coordinador del inmueble, el pastor Albert Rivera.
“Estamos protestando porque las órdenes ejecutivas en sí no funcionan para que crucen los inmigrantes. Lo que más causa son confusiones, de una orden a otra dicen que los migrantes van a cruzar, pero están apelando la orden ejecutiva que supuestamente los únicos que pueden modificar las leyes viene a ser el congreso y el senado, todo se lleva a la corte, cuando ponen una fecha que van a cruzar, eso trae una marea de inmigrantes que vengan a la frontera, quienes creen en la orden ejecutiva, al final que pasa, lo apelan, lo llevan con un juez, lo último que no lo dejan pasar, lo detienen, y pues uno no puede estar cruzando”
También, Albert Rivera denunció que específicamente con su albergue, activistas y otros grupos han tenido represalias políticas, negándoles el cruce a Estados Unidos a las personas que se encuentran dentro, llegando incluso a cobrarles la cantidad de ocho mil pesos por parte de otras asociaciones con la promesa de llevarlos del otro lado, hechos llevados a cabo por personas que tienen bastantes contactos con algunas autoridades.
“Nos dicen a nuestro albergue que si van a otro los van a cruzar inmediatamente, a unos les están pidiendo ocho mil pesos, que los depositen, que los van a llevar a otros donde los van a cruzar. Entonces, es un monopolio que ahorita está pasando y que se tiene que aclarar, no estoy diciendo que los albergues los están cobrando, sino personas que tienen los contactos y palancas lo están haciendo, dentro de esto hay un poco de todo, funcionarios, activistas agrupaciones, tiene que haber una investigación interna”
Entre los asistentes a la manifestación había personas de diferentes nacionalidades, como hondureños y guatemaltecos. Sin embargo, un hecho que resaltó es que en su mayoría eran mexicanos, quienes habían sido desplazados por la inseguridad y la violencia de Michoacán, los cuales llevaban bastantes meses esperando una respuesta por parte del gobierno de los Estados Unidos para poder ingresar por asilo político.
El pastor indicó que en su albergue tiene capacidad para 700 migrantes, contando actualmente con 200, pero como otras asociaciones sabían que iban a manifestarse, iniciaron a llamar y tratar de convencer a las personas de no asistir e ir a alguno de sus refugios.
Con información de Alan Ramírez.
