Después de que agentes del FBI allanaran en Florida la mansión Mar-a-Lago del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, el pasado lunes, distintos medios estadounidenses han revelado la presencia de documentos sobre armas nucleares y demás material clasificado.
Trump ha calificado como una farsa esta investigación, a pesar de que el equipo encargado del allanamiento tenía los documentos federales necesarios para realizarla.
El fiscal general de los Estados Unidos, Merrick Garland, declaró que él mismo autorizó la orden de allanamiento. El Departamento de Justicia señaló la investigación y a los papeles en cuestión como un problema de carácter público.
Trump, en lugar de oponerse, instó a las autoridades a volver pública la investigación. Esta mañana, el expresidente dijo en sus redes sociales que la investigación era solo una farsa, al igual que otras polémicas en las que se ha visto envuelto, como la supuesta influencia del gobierno ruso en las elecciones del 2016.
Fanáticos de Trump señalan que las acciones de Garland tienen fines políticos.
Elise Stefanik, una de los integrantes más importantes del Partido Republicano, señala que esta investigación es un abuso de poder, ya que Trump planea lanzarse como candidato de las elecciones del 2024, siendo un contricante importante para Biden, quien también piensa reelegirse.
Durante su mandato, Trump estaba especialmente interesado en las armas nucleares y presumía estar al tanto de información altamente secreta. Además, metió presión al Ejército de Estados Unidos para tener un arsenal nuclear parecido al que se tuvo durante la Guerra Fría. También amenazó públicamente destruir a Corea del Norte y Afganistán.
Con información de The Guardian.
