Las estatinas están siendo recetadas en exceso a grupos de bajo riesgo y están subrrepresentadas a grupos de alto riesgo, según una investigación del British Journal of General Practice (BJGP).
El informe encontró un posible “tratamiento insuficiente” entre las personas que tienen al menos un 20% de posibilidades de enfermedad cardiovascular (ECV) en una década, que se consideran pacientes de alto riesgo.
Un poco más de un tercio (35%) de este grupo recibió prescripciones de estatinas, lo que significa que después de realizar las evaluaciones de riesgo, a la mayoría no se le ofrecieron los medicamentos, que se recetan para reducir los niveles de colesterol y ayudar a prevenir ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
El informe también encontró que podría haber un “sobretratamiento significativo” de la terapia con estatinas entre los pacientes que tienen menos del 10% de posibilidades de desarrollar ECV dentro de los 10 años.
La herramienta de evaluación de riesgos, que predice el riesgo de una persona de ECV en 10 años, se introdujo en 2012 y es recomendada por el Instituto Nacional de Excelencia en Salud y Atención (Niza).
Solo el 27.1% de los pacientes que prescribieron estatinas después de 2012, cuando se introdujo la herramienta, se consideraron en riesgo. Nice recomienda que a los pacientes con un 10% o más de probabilidades de desarrollar una ECV se les ofrezcan estatinas.
Según los investigadores, uno de cada seis pacientes que tuvieron la evaluación de riesgo y comenzaron la terapia con estatinas se encontraban en la categoría de bajo riesgo. La profesora Helen Stokes-Lampard, presidenta del Royal College, respondió a los hallazgos del BJGP, que es la revista académica independiente de la facultad.
“Los pacientes deben estar seguros de que los médicos generales están altamente capacitados para recetar estatinas y basar sus decisiones en las circunstancias del paciente individual sentado frente a ellos”, dijo.
“Este estudio es interesante porque analiza el posible sobretratamiento y tratamiento insuficiente, pero simplifica la situación real porque no incluye información sobre las preferencias individuales del paciente, otras afecciones de salud o datos que no se codificaron con precisión en los registros del paciente.
Con información de The Guardian
