CIUDAD DE MÉXICO, México.- Luego del asesinato de la niña Ana Lizbeth, de ocho años, en Juárez, Nuevo León, el gobernador Jaime Rodríguez Calderón, pidió pena de muerte para inhibir delitos como el feminicidio, secuestro y violación.
El presunto culpable del cruel crimen fue un expolicía, a quien se detuvo un día después de encontrar el cuerpo de la menor encobijado en un terreno baldío.
“Yo siempre he dicho que las leyes son demasiado laxas, es increíble que los jueces liberen a quienes tienen y cometen un delito, porque la ley así está; no porque el juez decida que se tenga que liberar”, dijo ‘El Bronco’.
Después agregó que él ha planteado la pena de muerte en este tipo de casos y que seguirá insistiendo para que “México se tranquilice, para que ya nadie asesine a una mujer, viole a un niño, secuestre a alguien”.
Anita, como le decían sus familiares y amigos, desapareció el pasado domingo frente al trabajo de su mamá, 48 horas más tarde se encontró su cadáver.
Con información de Excélsior
