Mónica, Rubén, El Güero, La Barbie, El Bimbo, son solo algunos de ellos, y no se trata de personas, sino de uno de los íconos emblemáticos de la ciudad de Tijuana, el Burro-Cebra. Forma parte de una tradición para los turistas extranjeros y locales, el tomarse la foto con él y poder preservar en una imagen un recuerdo de su visita a esta ciudad. Aunque no todos los días son buenos, quienes se dedican a tomar las fotografías no pierden la esperanza y dicen que siempre sale algo bueno.
El Icono del Burro-Cebra sigue manteniendo su esencia ya no con esas cámaras fotográficas a blanco y negro, razón por la que inicio la idea de las pinceladas en los animalitos en esos dos tonos, ahora con cámaras digitales a color e inclusive hasta con el celular que guardan el recuerdo de su visita a esta Ciudad multicultural. Actualmente los turistas pagan por la fotografía impresa o dan una propina al fotógrafo por dejarlos tomarse una foto en alguna de las 9 carretas.
Esta tradición tiene ya 102 años, en las calles de la también mundialmente conocida Avenida Revolución quien conserva los vestigios de estas épocas de oro donde inclusive estrellas de cine de aquellas épocas paseaban por la zona y se tomaban la foto con el Burro-Cebra.
Algunos de los emblemáticos animales están ya viejos y organismos de protección animal hablaban de que lejos de ser una tradición resulta un acto de crueldad por tener en malas condiciones de alimentación a los animales, así como maltratarlos y exponerlos en temporada de calor al rayo del sol. Sin embargo, al parecer dicho argumento no fue valido al considerar que los burro-cebra ya formaban parte de la historia de Tijuana.
