Aproximadamente 6,200 centroamericanos que viajan con la primera caravana de migrantes han llegado esta semana a un estadio deportivo con refugio en la Ciudad de México y otros 4,500 están en camino.
Nashieli Ramírez, presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, dijo que al menos 700 menores de edad se encuentran entre los que se encuentran en el estadio ubicado en el distrito de Iztacalco.
Los migrantes, de los cuales aproximadamente el 86% son hondureños, comenzaron a llegar a la capital mexicana el sábado pasado y el martes por la noche su número había aumentado al nivel actual.
“Básicamente estamos recibiendo el éxodo que salió de Honduras el 13 de octubre y comenzó a llegar en dribs y monótonos el sábado. . . ”Ramírez dijo en una conferencia de prensa ayer.
También dijo que la Agencia de Refugiados de las Naciones Unidas (ACNUR) y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) están investigando la desaparición denunciada de hasta 100 migrantes.
El defensor de los derechos humanos de Oaxaca, Arturo Peimbert, dijo esta semana que había recibido informes de que dos autobuses de centroamericanos habían sido secuestrados el sábado pasado y entregados a una organización criminal.
Ramírez enfatizó que el “reclutamiento” de migrantes por parte de grupos criminales mientras viajan a través de México hacia la frontera de los Estados Unidos es “uno de los riesgos” que enfrentan los centroamericanos y los instó a mantenerse unidos.
Los líderes de la caravana se reunieron anoche en la cual acordaron ir a las oficinas de las Naciones Unidas en la Ciudad de México hoy para solicitar autobuses para transportar a los migrantes a la frontera sur de los Estados Unidos, donde tienen la intención de buscar asilo.
Sin embargo, algunos de los migrantes, que huyen de la pobreza y la violencia en Honduras, El Salvador y Guatemala, están ansiosos por continuar el viaje hacia la frontera y esperan abandonar el refugio hoy.
“Ya llevo tres días aquí y ya estoy descansado. Quiero seguir adelante ”, dijo a The Associated Press el hondureño de 40 años Francisco Redondo, quien anteriormente trabajó en la construcción en California.
Las autoridades de la Ciudad de México no solo han brindado alimentos y refugio a los migrantes, sino también atención médica.
