Los cánceres de cuello uterino son 87 menos entre las mujeres que formaron parte del primer programa de vacunación masiva en el Reino Unido contra el virus del papiloma humano (VPH), en comparación con las generaciones anteriores a la misma edad. El hallazgo, anunciado en The Lancet, se esperaba a la luz de la evidencia de que las vacunas controlan a los predecesores del cáncer. Sin embargo, con miles de vidas en juego, es importante estar seguro, y los resultados están en el extremo superior de las expectativas. El anuncio también confirma el daño causado por las campañas anti-vacunación que obstaculizaron los programas en algunos países.
La inmensa mayoría de los casos de cáncer de cuello uterino son causados por la infección por VPH, principalmente por dos de los cientos de cepas, que también representan una proporción sustancial de cánceres más raros en la garganta, el recto y la vagina. En consecuencia, la invención de partículas similares a virus que estimulan las respuestas inmunitarias al virus fue aclamada por tener el potencial de salvar un cuarto de millón de vidas al año.
Sin embargo, suele haber una gran demora entre la infección por VPH y el desarrollo del cáncer, y una aún más prolongada desde la vacunación. Esto ha impedido que los investigadores médicos sepan con certeza que el programa estaba funcionando, inevitablemente aprovechado por los opositores a la vacunación masiva
Este artículo puede acabar con esas dudas, tanto como puede hacerlo un solo estudio científico observacional. Los autores utilizaron diagnósticos para el cáncer de cuello uterino y las neoplasias intraepiteliales cervicales de grado 3 (CIN3), que con frecuencia se vuelven cancerosas entre 2006 y 2019 para las mujeres residentes en el Reino Unido de entre 20 y 64 años. Compararon a los que recibieron la vacuna en el lote original a los 12-13 años, y las cohortes un poco mayores que recibieron las vacunas de recuperación a los 14-18 años, con los que eran adultos antes de que la vacuna estuviera disponible.
Utilizando un conjunto de datos de más de 13 millones de años de seguimiento, los que recibieron la vacuna entre los 12 y 13 años tuvieron una reducción del 87 por ciento en los cánceres en comparación con los que no recibieron la vacuna por completo a edades equivalentes. Los grupos intermedios tuvieron reducciones de 62 y 34 por ciento dependiendo de la edad a la que fueron vacunados. Como resultado, los autores calculan que 448 cánceres de cuello uterino y más de 17.000 CIN3 se previnieron en el Reino Unido mediante la vacunación antes del 30 de junio de 2019, y las cifras crecerán rápidamente a medida que más mujeres alcancen las edades en las que anteriormente el cáncer de cuello uterino era más común.
“Ha sido increíble ver el impacto de la vacunación contra el VPH y ahora podemos demostrar que evitó que cientos de mujeres desarrollaran cáncer en Inglaterra”, dijo en un comunicado el autor principal, el profesor Peter Sasieni del Kings College de Londres. “Sabemos desde hace muchos años que la vacunación contra el VPH es muy eficaz para prevenir determinadas cepas del virus, pero ver el impacto de la vacuna en la vida real ha sido realmente gratificante”.
Los hallazgos refutan el argumento de algunos asistentes de que la vacunación contra el VPH debería ocurrir, pero más tarde. El VPH se transmite sexualmente y los críticos alegaron, en palabras del viceprimer ministro de Australia, que la vacuna dará a los niños de 12 años “una licencia para ser promiscuos”. La elección del octavo año se hizo sobre la base de que las vacunas eran necesarias antes de que cualquier miembro de una clase se volviera sexualmente activo, incluso si la mayoría no comenzaría hasta muchos años después.
Numerosos estudios revisados por pares han proporcionado evidencia de que es probable que la vacunación contra el VPH reduzca los cánceres de cuello uterino, comenzando con aquellos que mostraron una reducción de las infecciones, una fuerte reducción de las verrugas genitales y, finalmente, las células precancerosas. La mayoría de estos se llevaron a cabo con la vacuna Gardasil, que era más cara pero estaba dirigida a cuatro cepas de VPH (más recientemente aumentó a nueve) en lugar de las dos de Cevarix.
Con información de IFL Science
