El gobierno catalán ha renovado sus llamados a un diálogo para resolver la crisis de independencia, pero advirtió al resto de Europa que el tema no desaparecerá, incluso si el gobierno español hace bien su amenaza de imponer el gobierno directo sobre la región esta semana.
En una entrevista, el ministro de Relaciones Exteriores de Cataluña, Raül Romeva, dijo que el gobierno estaba listo para las conversaciones incondicionales para encontrar una salida al estancamiento. “Lo que necesitamos es un diálogo con el estado español”, dijo.
“Tenemos que sentarnos a la mesa sin condiciones previas. Pero el estado español necesita responder a esto: si no quiere, debe explicar por qué no. Siempre hemos dicho que si hay una forma de diálogo, ya sea directamente o mediante mediación, estamos preparados para sentarnos y hablar. Creo que así es como haces las cosas en política “.
El referéndum de independencia unilateral celebrado el 1 de octubre ha lanzado a España en su peor revuelta política desde que el país regresó a la democracia hace cuatro décadas. Aunque el presidente catalán, Carles Puigdemont, dejó en suspenso la declaración de independencia por unas pocas semanas para permitir el diálogo, el gobierno español ha dicho que ya no tolerará la desobediencia de Puigdemont ni su desobediencia a la constitución del país y las decisiones de su tribunal constitucional.
En un ultimátum emitido el miércoles en el parlamento español, el primer ministro, Mariano Rajoy, dijo que Puigdemont tenía hasta el lunes para confirmar si la región había hecho una declaración de independencia unilateral y hasta el jueves para rectificar la situación y devolver a Cataluña “al orden constitucional” ”
De no hacerlo, dijo Rajoy, se produciría la invocación sin precedentes del artículo 155 de la constitución española de 1978, que permite al gobierno tomar el control de una región autónoma si “no cumple con las obligaciones que le imponen la constitución u otras leyes , o actúa de una manera que es seriamente perjudicial para el interés general de España “.
Con información de The Guardian
