MÉXICO.- Desde que comenzó la pandemia, el sector del entretenimiento (espectáculos, conciertos, teatro, cultura, cine, entre otros) se convirtió en el más golpeado a nivel mundial, pues la forma de realizarse aún no encuentra opciones viables tras nueve meses de contingencia, lo cual ha generado grandes pérdidas.
México es uno de los países más importantes en el mundo en venta de boletos de cine, ingresos y en asistencia, y este año está viviendo una “película” que comenzó con incertidumbre y se está tornando en género de terror.
De acuerdo con datos recientemente publicados por la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine), del 25 de marzo al 15 de noviembre se vendieron en el país tan solo 10.5 millones de boletos, mientras que en el mismo periodo del 2019, fueron 261.5 millones.
Y es que este impacto no solo afecta a las dos cadenas exhibidoras en el país, sino a toda la industria cinematográfica, tanto nacional como internacional.
De acuerdo con datos de un reconocido portal en México, “un fin de semana promedio era de 4.5 millones de boletos vendidos en cines. En contraste, el pasado fin de semana se vendieron solo 431 mil boletos en todo el mercado, esto equivale a 9.5 por ciento de un fin de semana promedio de años anteriores”.
Tal es la incertidumbre del sector que grandes estrenos que se esperaban para este 2020 pasaron a formar parte del catálogo de exhibición en diversas plataformas audiovisuales en el mundo, con la finalidad de poder de cierta forma dar luz a la producción y buscar la manera de comercializar por ese medio, ya que la opción de un estreno en pantalla grande no era viable.
Uno de los mayores retos a los que se enfrentan en la actualidad las salas de cine es que en la medida que el confinamiento fue abriendo paso a más actividades, cada ciudad o municipio tomó distintas medidas sanitarias.
Con ellas, los aforos o las condiciones para recibir al público cambiaron, impidiendo que pudiera generalizarse o establecerse un parámetro, por lo que durante todo este año ha sido un juego en donde nadie gana.
Lo único a lo que aspiran ahora las salas de cine es que puedan con restricciones continuar abiertas y seguir sumando pequeños porcentajes que alienten a que la industria del cine continúe y no desaparezca.
Con información de: Nazul Lopez
