PARIS, Francia.- El Olympique de Marsella se impuso 2-1 al PSG en el clásico del futbol de Francia que tuvo un final vergonzoso y poco deportivismo entre ambos equipos.
El resultado es lo de menos.
En el Parque de los Príncipes se vivió una auténtica batalla campal entre dos equipos que dejaron de lado el deportivismo y ofrecieron un capítulo vergonzoso para el mundo del fútbol.
Fueron 12 tarjetas amarillas y cinco expulsiones: tres por parte del PSG y dos por el OM. Todas en los últimos instantes del añadido. El partido fue tenso, pero se descontroló por completo en el desenlace y lo que se ofreció en la cancha terminó siendo una vergüenza.
Los primeros expulsados fueron Kurzawa y Amavi que vieron kas rojas directas a dos jugadores que se enfrentaron, literalmente a puñetazos en el centro del campo.
Unos segundos después se fueron a la calle Paredes y Benedetto. El centrocampista parisino fue el desencadenante de la gresca con una entrada muy dura sobre su compatriota.
Neymar fue el siguiente en irse a los vestuarios antes de tiempo. El extremo brasileño mantuvo un constante duelo verbal con el central español, Álvaro González, y en los instantes finales desató toda su furia golpeándole en la parte de atrás de la cabeza.
Neymar lo acusa de racismo, dice fue el motivo del golpe.
Y faltaba otro capítulo a la triste y fea historia, Di María escupió a Álvaro, en plena pandemia del coronavirus. El VAR determinó que el escupitajo no impactó en el defensa asturiano.
Con información marca.es