CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez, llamó a “vencer con buenas razones y datos duros los embustes de los discursos de odio” que han resurgido en el mundo, en particular en Estados Unidos.
Durante su exposición en la presentación de la “Estrategia Nacional de Cultura Cívica 2017-2023”, elaborada por el Instituto Nacional Electoral (INE), el ombudsman nacional insistió que, ante el cambio radical de la política exterior del país del norte, se requiere actuar con congruencia en el trato hacia las personas migrantes.
“La civilidad, respeto, apertura e inclusión que exigimos hacia el exterior, empecemos por aplicarlos y materializarlos al interior de nuestro país”, dijo González Pérez.
El presidente de la CNDH reconoció que desde la perspectiva de los derechos humanos “la situación más apremiante” que ocurre en varios países del mundo y en particular en Estados Unidos es el “resurgimiento de un verdadero discurso de odio, que tiene entre sus destinatarios principales a los migrantes, muchos de ellos mexicanos y mexicanas”.
Agregó que esa posición se extiende “cada vez con mayor fuerza en las calles, colegios, lugares de trabajo y las redes sociales” de aquel país.
Además, alertó que “el odio pretende imperar en el imaginario colectivo de los estadunidenses con palabras que intimidan, discriminan y promueven la violencia”. No obstante, aclaró que la historia ha demostrado que lenguajes de odio “que recurrieron al insulto, al maniqueísmo y la descalificación promovieron la deshumanización de grupos humanos cosa que fue, muchas veces, paso previo a su eliminación física”.
Y ante los peligros que se advierten con las ideas discriminatorias en el vecino país del norte, González Pérez aseguró que “hay que vencer con buenas razones y datos duros los embustes de los discursos de odio” y evitar la “provocación de quienes descalifican y odian y aprender a responder al vituperio con raciocino y prudencia”.
Para ello, insistió en mantener una “ética de la coherencia”, lo que implica materializar “al interior de nuestro país (…) la civilidad, respeto, apertura e inclusión que exigimos hacia el exterior”.
El funcionario consideró que la Estrategia Nacional de Cultura Cívica, elaborada por el INE, podría ser “la base y principio de la transformación cultural por la democracia, la legalidad y los derechos humanos”.
Por último, recomendó que ante “cualquier embate externo, que cuestione o vulnere los derechos e intereses de nuestro país y nuestros connacionales”, la mejor forma de combatirlo es ser “ejemplo de reconocimiento y respeto a la dignidad de las personas, de cumplimiento y observancia de la ley, así como de integridad, solidaridad e inclusión”.
