Cochino pero poquito

Palco de prensa

 

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Para los dirigentes panistas, el cúmulo de irregularidades registradas durante el proceso electoral del domingo 5 de junio, en Tijuana, y resaltadas durante la etapa de recuento de votos en los consejos distritales, lo encochinaron, pero nada más poquito.

Bueno, eso es lo que dieron a entender, cuando el pasado domingo, en conferencia de prensa, en la que proclamaron el triunfo de sus candidatos, y en especial el de Juan Manuel Gatélum Buenrostro, “El patas”, al aseverar que las irregularidades a que hace referencia Julián Leyzaola, candidato del PES, no alcanzan para reclamar la nulidad del proceso electoral.

José Luis Ovando Patrón, dirigente estatal del PAN en Baja California, asevera que los conflictos surgidos en el conteo de votos, es una treta del PES y del PRI, y sus aliados, para tronar el proceso electoral y despojarlos del triunfo que supuestamente ya tienen en la bolsa.

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Que son acciones desesperadas, al ver que no pudieron derrotar al candidato blanquiazul en las urnas y que son tan pocos los votos que alcanzaron, algunos de ellos, que están en riesgo de perder sus registros.

Pero, ¿cochinadas? Nada. Dice que tratan de engañar a la gente, exagerando las irregularidades detectadas y sarcásticamente señala que ahora resulta que los acusan de tramposos, los expertos en triquiñuelas y trampas electorales.

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Esto hace recordar a “Layín”, el alcalde de San Blas, Nayarit, quien en junio de 2014, en plena campaña electoral, públicamente reconoció que en su anterior administración, robó, pero nada más poquito.

Hilario Ramírez Villanueva, saltó a la fama, cuando abiertamente reconoció que había robado en su anterior administración, como alcalde de San Blas, aunque aclaró que nada más había robado poquito.

¿Que le robé a la presidencia? le preguntaron a Layín y sin rubor alguno contestó : “Sí le robé. Sí le robé. Poquito, porque está bien pobre. Le dí una rasuradita, nomás una rasuradita. Pero lo que con esta mano me robaba, con la otra se lo daba a los pobres”, dijo en un mitin, en junio del 2014.

Lo irónico es que el tal “Layín”, como candidato independiente, derrotó ese año a la candidata priísta a la alcaldía de San Blas. Y siguió robando, seguramente. Poquito, porque nadie lo ha acusado.

Dicen que los malos ejemplos cunden, y quizás parodiando a “Layín”, en noviembre pasado, cuando hablaba de sus aspiraciones a alcalde de Tijuana, como candidato independiente, el expanista Gastón

Luken, dijo que su gobierno sería uno que robe menos.

Reconociendo que se había tropezado, en el acto corrigió de inmediato : “¿cuál que robe menos? Que no robe. Punto”.

Así pasa ahora con el dirigente estatal del PAN, Ovando Patrón. A través de las redes sociales, todo mundo se ha enterado que el proceso electoral estuvo plagado de irregularidades, al grado que el candidato del PES, Julián Leyzaola, públicamente ha advertido que reclamará la nulidad.

Sin embargo, para Ovando Patrón, con tal actitud Leyzaola es un mentiroso, pues asevera que las irregularidades, no son tantas. Que no alcanzan para fundamentar la nulidad del proceso. Como diciendo que lo encochinaron, pero nada más poquito.

Para Ovando Patrón, tales irregularidades, con poca cosa. Actas de escrutinio “infladas”, captura de datos distorsionados o alterados, documentación electoral en la basura, empleados electorales coludidos en las maniobras. Poca cosa.

Nada más falta que acuse de “fijones” a los contrarios del PAN. O de “escandalosos”, ante tan “poca” cochinada, según él.

Lo único que se puede asegurar, es que “El patas” no será alcalde de Tijuana. Al menos en diciembre próximo.

Algo irónico, porque la campaña no le salió gratis, al candidato panista.

Por eso, no hay que andar presumiendo triunfos, antes de tiempo. Siempre hay que tener presente aquello de que “del plato a la boca, se cae la sopa”.

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