Control adecuado de embarazo evita daños neurológicos

Mexicali – El daño neurológico es considerado como la lesión del cerebro que altera la integridad estructural y funcional del sistema nervioso, comúnmente se desarrolla por un evento perinatal como la prematurez, traumas obstétricos que generan sufrimiento fetal agudo y provocan hipoxia (falta de oxígeno en el cerebro) e ictericia neonatal (coloración amarillenta en la piel). Estos factores causan secuelas que van desde parálisis cerebral, retardo mental y epilepsia, hasta trastornos del aprendizaje que influyen en el desarrollo del lenguaje, explicó el doctor Óscar Castro Guevara, director de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) número 38 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en San Luis Río Colorado, Sonora.

El especialista del IMSS apuntó que desde el punto de vista neurológico, durante la gestación pueden presentarse problemas de hipoxia e ictericia neonatal; y en materia genética, la carga hereditaria constituye un componente importante relacionado con estos trastornos.

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Las alteraciones de mayor incidencia son el desarrollo del lenguaje, el lenguaje expresivo y el lenguaje mixto. En el primer caso, el niño no articula ninguna palabra, aun con la edad suficiente para hacerlo o estructurar frases cortas. En el segundo problema, el menor tiene buena comprensión, pero no puede articular palabras y en el último trastorno, hay dificultad en comprensión y articulación del mismo.

Informó que el diagnóstico de esta problemática se hace cuando el niño tiene entre 18 meses y dos años de edad, etapa en la que es más fácil detectar alteraciones en el desarrollo del lenguaje, previo conocimiento de los antecedentes prenatales, perinatales y postnatales.

Señaló que el Instituto cuenta programas, en los que mediante un trabajo multidisciplinario, se realizan pruebas de maduración en los niños, cuyos resultados establecen un diagnóstico y tratamiento oportuno para la rehabilitación del lenguaje.

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Las terapias son personalizadas y según el problema a tratar, se indican diferentes ejercicios. La cirugía no siempre soluciona los trastornos de lenguaje: el tratamiento quirúrgico sólo se recomienda cuando el niño presenta frenillo sublingual corto (no puede mover bien la lengua) o labio y paladar hendido.

Explicó que entre los factores biológicos que contribuyen a la presencia de daño se encuentran enfermedades de la madre como toxemía, diabetes, infecciones durante el embarazo, enfermedades isquémicas, drogadicción.

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Para evitar estas alteraciones, el director de la UMF 38 recomendó llevar buen control prenatal; evitar el tabaquismo; vigilar a qué edad el menor sostiene la cabeza, se sienta, se levanta, empieza a caminar, balbucea, dice monosílabos, palabras completas y controla esfínteres, actividades estrechamente ligadas al desarrollo neurológico.