El cuerpo del asesinado hermanastro del líder norcoreano Kim Jong-un ha llegado a Pyongyang, al parecer acompañado por tres hombres inicialmente nombrados por la policía de Malasia como sospechosos en su asesinato.
Kim Jong-nam fue atacado el 13 de febrero por el agente letal VX el 13 de febrero en el aeropuerto de Kuala Lumpur, en una audaz operación de guerra fría que desencadenó una disputa diplomática entre Malasia y Corea del Norte.
El jefe de la policía nacional de Malasia, Khalid Abu Bakar, dijo que tres norcoreanos buscados para ser interrogados finalmente habían sido entrevistados y se les permitió salir en el mismo avión que transportaba el cadáver de Kim.
“Hemos obtenido lo que queremos de ellos … estamos satisfechos”, dijo Bakar. Los tres hombres habían estado en la embajada norcoreana en Kuala Lumpur durante semanas.
China confirmó que el cuerpo había llegado a Pyongyang –después de transitar por Beijing– junto con “relevantes” ciudadanos de Corea del Norte.
Ambos países expulsaron a sus embajadores y prohibieron a sus ciudadanos salir en un amargo enfrentamiento por el asesinato.
El jueves, Kuala Lumpur dijo que había acordado devolver el cuerpo al norte a cambio de nueve de sus ciudadanos, que fueron devueltos a Malasia el viernes temprano.
El jefe de policía de Malasia dijo que los tres norcoreanos habían sido buscados para ser interrogados porque fueron vistos en cámaras de seguridad cerca del ataque al aeropuerto.
“Al principio dijimos que nos gustaría que ellos ayudasen en la investigación y les hemos permitido ir”, dijo Khalid en una conferencia de prensa en Kuala Lumpur.
Dijo que la policía todavía quería cuestionar a otros cuatro sospechosos que se cree que están en Corea del Norte.
Malasia había estado esperando a la familia para reclamar el cuerpo y Khalid insinuó que el líder del Norte podría haber escrito la carta para reclamar el cuerpo. “Legalmente, Kim Jong-un es pariente cercano”, dijo.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Lu Kang, dijo en una conferencia de prensa que Beijing “ofreció la ayuda necesaria para el tránsito del cuerpo”.
El asesinato en Kuala Lumpur eliminó a un potencial reclamante del trono de Kim, que era el primer hijo de Kim Jong-il, quien fue una vergüenza para Pyongyang.
