Científicos descubren una nueva especie de mamífero en Kenia

Una nueva investigación publicada en la revista Diversity describe lo que bien podría ser una nueva especie de mamífero que se encuentra en las colinas de Taita en Kenia.

Proveniente de la Universidad de Helsinki, el equipo de científicos del caso del hyrax ha revelado información sobre el animal que antes era desconocida para la ciencia, incluidas grabaciones de sus vocalizaciones extrañas y únicas que suenan como ninguna otra especie conocida.

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El hyrax (Dendrohyrax sp) es un animal difícil de describir. Sentados en algún lugar entre un conejillo de indias grande y un conejo de orejas pequeñas, son famosos por su fuerza de gritos y pueden alcanzar más de 100 decibeles cuando sueltan uno.

Esta nueva especie vocaliza usando lo que los investigadores describen como un “golpe estrangulado”, que se puede escuchar reverberando alrededor del bosque de Taita, pero nunca se ha registrado en ningún otro lugar.

A pesar de su apariencia, el hyrax tiene un pariente vivo más cercano algo sorprendente, ya que en realidad están más estrechamente relacionados con los elefantes.

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Se sabe muy poco sobre la diversidad y la ecología de estos esquivos animales. En su mayoría son activos por la noche, donde deambulan por el bosque en lo alto del dosel de los árboles.

Aquí practican su estilo de canto único que puede durar más de 12 minutos, compuesto por una serie de sílabas que se mezclan y repiten a lo largo de su canción.

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Se descubrió la nueva especie de hyrax, ya que se demostró en un análisis de su canción que sonaba muy distinto de otras especies cantantes.

“Los hyrax de árboles son casi completamente desconocidos para la ciencia”, dijo la estudiante de doctorado Hanna Rosti, quien pasó tres meses rastreando y registrando los hyraxes. “Son parientes de elefantes y manatíes. Estos árboles hyraxes son increíblemente vocales y se comunican entre sí constantemente”.

“Cómo pueden trepar en árboles de 50 metros de altura con solo tres dedos y un cuerpo bastante redondo es un misterio. Comen hojas, por lo que su nicho ecológico es como los koalas en Australia o los perezosos de América del Sur”.