Una quinta caravana de migrantes centroamericanos fue detenida ayer por agentes de inmigración y la Policía Federal luego de cruzar ilegalmente la frontera sur de México.
Un grupo de más de 300 personas, en su mayoría de El Salvador, llegó a la ciudad fronteriza de Tecún Umán en Guatemala a principios de esta semana y ayer por la mañana cruzó el río Suchiate para comenzar el largo viaje a través de México hasta la frontera de los Estados Unidos.
Pero los inmigrantes solo llegaron hasta Metapa, una ciudad a 18 kilómetros al norte de la frontera, antes de que fueran interceptados por agentes del Instituto Nacional de Inmigración (INM) y la policía antidisturbios.
El funcionario principal del INM, Samuel Guerrero Mares, explicó a los centroamericanos que no podían continuar su viaje sin solicitar primero el estatus de refugiado en México.
Uno de los migrantes respondió: “todo lo que pedimos es que nos dejes pasar, venimos en paz, somos la caravana más organizada”.
Después de que los funcionarios rechazaron esa solicitud, estallaron las peleas y los migrantes se negaron a subir a los vehículos para ser llevados a las oficinas de inmigración.
Sin embargo, una hora después, cedieron y aceptaron acompañar a los funcionarios a una instalación de INM en Tapachula.
Una mujer salvadoreña embarazada, que había caminado durante cinco horas desde la frontera hasta Metapa con su esposo y su hijo de dos años, se desmayó durante la conmoción y fue trasladada para recibir tratamiento en el Hospital General de Tapachula.
Los funcionarios de inmigración estimaron el martes que hay aproximadamente 13,800 inmigrantes centroamericanos en México cuyo destino es Estados Unidos.
Varios miles ya han llegado a Tijuana, donde esperan la oportunidad de presentar solicitudes de asilo ante las autoridades de los Estados Unidos.
Según un informe publicado hoy en el diario El Universal, se están haciendo preparativos en Honduras para la salida de una “mega caravana” de San Pedro Sula el 15 de enero de 2019.
Mientras tanto, según un informe publicado anoche por The Washington Post, el gobierno de Trump está preparando nuevas medidas que obligarían a los centroamericanos a llegar a la frontera a esperar en México mientras se procesan sus solicitudes de asilo.
Los memorandos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de los Estados Unidos obtenidos por The Post indican que los solicitantes de asilo que no pueden establecer un “temor razonable” a la persecución en México no podrán ingresar a los EE. UU.
El plan denominado “Permanecer en México” representaría una desviación importante de los procedimientos de selección actuales, que generalmente permiten que los solicitantes de asilo que temen regresar a su país de origen permanezcan en los Estados Unidos hasta que tengan la oportunidad de defender su caso antes. un juez de inmigración
El presidente Trump se refiere al sistema actual como “captura y liberación” y se ha comprometido a rescindirlo.
