Otro jefe ha caído tras el caso de la morgue sobre ruedas en Jalisco. El fiscal general del estado fue destituido ayer, tras el despido del lunes del director del Instituto de Ciencias Forenses de Jalisco.
Los despidos fueron anunciados por el gobernador Jorge Sandoval Díaz en el caso del remolque refrigerado que transportaba 157 cadáveres que se barajó en el área metropolitana de Guadalajara durante el fin de semana.
Luego le dijo a los medios de comunicación que había un segundo trailer que contenía cadáveres de las morgues estatales, que superaron el total de 300.
El jefe forense Luis Octavio Cotero Bernal fue despedido el lunes, pero ha negado toda responsabilidad en los casos de morgues móviles, afirmando que el fiscal general era el culpable de comprar los trailers, ordenando que los cuerpos no reclamados y no identificados sean almacenados en ellos y luego enviar uno de ellos en su odisea de fin de semana.
Anoche, el gobernador desestimó al Fiscal General Raúl Sánchez Jiménez, indicando que el transporte de los 254 cadáveres no seguía los protocolos y que los restos nunca deberían haber salido de las instalaciones del Instituto de Ciencias Forenses de Jalisco.
El Defensor del Pueblo de Jalisco, Dante Haro Reyes, dijo que tanto Cotero como Sánchez habían decidido trasladar el remolque y su cargamento a un depósito alquilado en Tlaquepaque. Más tarde, los oficiales ordenaron que el vehículo se trasladara a Tlajomulco, pero se quedó atascado en el barro cerca de una zona residencial.
Haro agregó que Cotero y Sánchez arreglaron el transporte verbalmente, eludiendo los procedimientos administrativos. El Instituto de Ciencias Forenses también falló en su tarea de cuidar adecuadamente a los cuerpos.
Sandoval observó que el instituto no solicitó formalmente una ampliación de sus instalaciones de almacenamiento, y que también omitió asignar fondos para la creación de nuevos cementerios.
Se esperaba que se reuniera hoy con el personal del instituto de ciencias forenses.
