Más de un tercio de los casos de demencia podría ser evitado abordando aspectos del estilo de vida incluyendo la educación, el ejercicio, la presión arterial y la audición, sugiere un nuevo informe.
Aproximadamente 45 millones de personas en todo el mundo se cree que viven con demencia en 2015, a un costo estimado de 818,000 millones de dólares.
Y los números están aumentando: en Inglaterra y Gales se estima que 1,2 millones de personas estarán viviendo con demencia en 2040 – un 57% de aumento a partir de 2016 cifras, en gran medida impulsado por las personas que viven más tiempo.
Pero el nuevo informe de la Comisión Lancet sobre la prevención, la intervención y el cuidado de la demencia subraya que la demencia no es una parte ineludible del envejecimiento y que se pueden tomar medidas para reducir el riesgo.
“Hay muchas cosas que los individuos pueden hacer, y hay muchas cosas que la salud pública y la política pueden hacer, para reducir el número de personas que desarrollan demencia”, dijo Gill Livingston, profesora de psiquiatría de las personas mayores en el University College Londres y co-autor del informe.
Para muchos de los factores, incluyendo el ejercicio y las actividades sociales, el mejor enfoque para reducir el riesgo de demencia aún no está claro, pero Livingston enfatiza que todavía se pueden tomar medidas. “Esperamos que sea un cambio a largo plazo que será necesario para el ejercicio; Unirse a un gimnasio por dos semanas probablemente no va a hacerlo “, dijo.
Clive Ballard, profesor de enfermedades relacionadas con la edad en la Facultad de Medicina de la Universidad de Exeter y también coautor del informe, agregó que la evidencia sugiere que los individuos también deben tratar de seguir una dieta mediterránea, mantener un peso saludable y vigilar Su presión arterial.
En total, el estudio examinó nueve factores de estilo de vida relacionados con un mayor riesgo de demencia.
Los resultados revelan que hasta el 35% de los casos de demencia podrían prevenirse, al menos en teoría, con un 9% relacionado con la pérdida de audición en la mediana edad, un 8% con la educación antes de la secundaria, un 5% A la depresión posterior a la vida. El aislamiento social, la diabetes en la vida posterior, la hipertensión arterial de mediana edad, la obesidad en la edad madura y la falta de ejercicio en la vida posterior también contribuyeron a casos potencialmente evitables de demencia, señala el informe.
Por el contrario, el 7% de los casos se evitaría si se encontrase una solución al principal factor de riesgo genético para la demencia.
Con información de The Guardian