El ex guardaespaldas de El Chapo dice que lo vio enterrar viva a una víctima

Un ex guardaespaldas del acusado narcotraficante mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán dijo a un tribunal que vio a su jefe llevar a cabo personalmente tres asesinatos, incluido uno en el que la víctima fue enterrada viva.

Los asesinatos descritos por Isaías Valdez Ríos en una corte federal en Brooklyn, Nueva York, fueron los primeros en el juicio de tres meses que se atribuyeron al propio Guzmán, en lugar de los subordinados que siguieron sus órdenes.

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Guzmán, de 61 años, fue extraditado a los Estados Unidos en 2017 y ha estado en juicio desde noviembre por cargos de tráfico de grandes cantidades de cocaína, heroína y otras drogas al país como líder del notorio cártel de Sinaloa. Sus abogados han afirmado que fue atacado por otro poderoso narcotraficante, Ismael “El Mayo” Zambada.

Valdez, un ex miembro de las fuerzas especiales del ejército mexicano de 39 años, dijo que comenzó a trabajar para Guzmán como guardia en uno de sus escondites en las montañas alrededor de 2004. Fue arrestado en 2014 por cargos de Estados Unidos y está cooperando con los fiscales.

Valdez dijo que, alrededor de 2006 o 2007, Zambada entregó a El Chapo un miembro del cártel de drogas rival Arellano Félix. Valdez dijo que a Guzmán le disgustaba descubrir que el prisionero ya había sido torturado con un hierro caliente.

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Valdez dijo que Guzmán mantuvo al prisionero con él durante varios días, interrogándolo dos veces. Con el tiempo, ordenó a sus trabajadores que cavaran una tumba para el hombre, según Valdez.

Guzmán le disparó al prisionero con una pistola y ordenó que lo enterraran, aunque todavía estaba “jadeando”, dijo Valdez.

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En otra ocasión casi al mismo tiempo, dijo Valdez, un asociado entregó dos miembros de los Zetas, otro cartel rival, a El Chapo.

Después de torturar a los prisioneros durante unas tres horas, dijo Valdez, Guzmán ordenó a sus subordinados que cavaran un pozo y prendieran fuego en él. Luego disparó a cada uno de los Zeta en la cabeza y ordenó que los cuerpos fueran arrojados al pozo de fuego, según Valdez.

“Dijo: ‘No quiero que queden huesos'”, testificó Valdez.

Guzmán luego ordenó que el propio Valdez fuera asesinado porque pensó erróneamente que estaba robando dinero, pero fue persuadido de que retirara la orden, dijo Valdez. Valdez declaró que pasó a pilotar aviones antidrogas para el cartel.

Los fiscales han dicho que esperan cerrar su caso el lunes. Los abogados de Guzmán tendrán la oportunidad de llamar a sus propios testigos. Todavía no está claro si Guzmán se declarará a sí mismo.