La policía y las fuerzas antiterroristas han recuperado el control de un complejo hotelero y de oficinas en Nairobi, horas después de que extremistas islámicos armados lanzaran un ataque que se cree que mató al menos a 15 personas, incluido un ciudadano estadounidense.
El asalto al complejo dusitD2 en la capital de Kenia, que incluye un hotel de lujo, restaurantes, un spa y varios edificios de oficinas que albergan compañías internacionales, fue el más escandaloso de los terroristas en el país durante muchos años.
El martes por la noche, el departamento de estado de EE. UU. Confirmó que un ciudadano estadounidense murió en el ataque, pero no dio más detalles. Un oficial de policía en Kanya dijo que al menos 15 personas habían muerto, pero aún no se ha liberado una cifra oficial de muertos. Hubo informes de que un sospechoso había sido detenido.
Se escucharon disparos automáticos sostenidos y explosiones de granadas cuando los hombres armados se apresuraron y una gran cantidad de personas huyeron de la escena.
El martes por la noche, el ministro del interior, Fred Matiang’i, dijo que las fuerzas de seguridad habían asegurado todos los edificios afectados.
“Los equipos de seguridad han evacuado a decenas de kenianos y [personas de] otras nacionalidades de los edificios”, dijo en un breve comunicado televisado. “Ahora estamos en las etapas finales de limpiar el área, obtener evidencia y documentar las consecuencias de este desafortunado evento”.
El ataque fue reivindicado por al-Shabaab, la organización islamista militante con sede en la vecina Somalia, en su red de radio interna y en línea. Al-Shabaab fue responsable de un ataque al Westgate Mall de Nairobi en 2013 que dejó al menos 67 personas muertas.
El martes, alrededor de las tres de la tarde, se dio la alarma cuando se escucharon disparos y explosiones en el hotel, en el exclusivo vecindario de la ciudad de Westlands. Docenas de ambulancias, vehículos de la policía y vehículos de bomberos llegaron al lugar cuando los empleados de la oficina que huían llenaron las calles de los alrededores.
Los testigos dijeron que se habían conducido dos autos a toda velocidad hacia el complejo del hotel alrededor de las 3 pm. Uno parecía haber sido utilizado para abrir sus puertas. El personal de seguridad fue atacado antes de que hombres armados ingresaran al complejo, inicialmente apuntando a un banco y comensales en un restaurante tailandés.
Los sobrevivientes informaron haber escuchado una explosión devastadora y vieron a personas armadas por hombres armados sentados en un café. Las víctimas fueron dejadas acostadas en mesas, sangrando.
“Estábamos cambiando de turnos, y fue entonces cuando escuché una fuerte explosión y la gente gritaba”, dijo Enoch Kibet, quien trabaja como limpiadora en el café y logró salir por la puerta del sótano. “No podía creer que estuviera vivo. La explosión fue tan fuerte que sacudió todo el complejo “.
El ataque del martes se produjo exactamente tres años después de un ataque mortal de al-Shabaab en una base militar de Kenia en El-Adde, en Somalia, en el que murieron unos 140 soldados kenianos.
