Los negociadores del Reino Unido han sido advertidos de que el proyecto de acuerdo de retirada de la UE estipulará que Irlanda del Norte, en efecto, permanecerá en la unión aduanera y el mercado único después de Brexit para evitar una ‘frontera dura’.
En respuesta, el Reino Unido acordó esta semana entablar discusiones técnicas sobre cómo podría funcionar dicho acuerdo.
El lenguaje legal intransigente del borrador del acuerdo y el compromiso del Reino Unido en esos términos probablemente provoque una disputa importante, algo que todas las partes en las negociaciones han estado tratando de evitar.
Los funcionarios británicos que negocian en Bruselas fueron informados por sus contrapartes el martes que podría haber una “cláusula de caducidad” incluida en el texto legalmente vinculante, que se publicará dentro de unas dos semanas. Tal dispositivo legal anularía el texto en el futuro si surgiera un acuerdo de libre comercio inesperadamente generoso o una solución tecnológica hasta ahora inimaginable que podría ser tan eficaz como el statu quo para evitar la necesidad de infraestructura fronteriza.
Tal como está, sin embargo, el Reino Unido espera que Reino Unido firme el texto, que verá a Irlanda del Norte bajo la ley de la UE al final del período de transición de 21 meses donde sea relevante para la economía norte-sur y la requisitos del acuerdo de Viernes Santo.
Se espera ampliamente que la medida cause fricciones tanto en el partido conservador como entre el gobierno y el partido unionista demócrata, cuyos 10 diputados le otorgan a Theresa May su mayoría trabajadora en la Cámara de los Comunes.
El Reino Unido se verá sometido a una presión aún mayor para ofrecer una visión de la relación futura que ofrecerá para toda la economía del Reino Unido, pero es probable que la inhabilidad de ese modelo para asegurar un comercio sin fricciones quede expuesta. Una reunión del gabinete para discutir la frontera irlandesa el miércoles no llegó a ninguna conclusión significativa.
El negociador jefe de la UE, Michel Barnier, dijo a los periodistas al final de la última ronda de conversaciones en Bruselas el viernes que de las opciones dejadas abiertas en las conversaciones antes de Navidad para resolver el problema de evitar una frontera dura, era solo una alineación regulatoria completa eso era actualmente viable.
Con información de The Guardian
