Julian Assange está celebrando los resultados de las elecciones presidenciales de Ecuador con un ataque al candidato perdedor, que se había comprometido a desalojar al fundador de WikiLeaks de la embajada del país en Londres.
Assange ha estado encerrado en la embajada desde 2012, cuando el presidente de Ecuador, Rafael Correa, le concedió asilo.
Antes de las elecciones, el banquero conservador Guillermo Lasso había dicho que desalojaría al activista australiano, que es buscado por Suecia para su extradición, dentro de los 30 días de tomar posesión de su cargo. El candidato del partido de gobierno, Lenin Moreno, el aparente ganador en la dura carrera del domingo, dijo que le permitiría quedarse.
En su cuenta de Twitter poco después de que se conocieran los resultados, Assange lanzó un ataque contra la promesa de Lasso.
“Invito cordialmente a Lasso a salir de Ecuador dentro de 30 días (con o sin sus millones en paraísos fiscales)”, escribió, haciendo alusión a las acusaciones de que el banquero había escondido dinero en el extranjero.
Assange, cuya relación con el gobierno de Correa ha sido dura, parece querer agradar a su nuevo anfitrión. El lunes publicó dos cables diplomáticos de Estados Unidos que describen a Moreno en términos halagadores.
En una de 2007, la ex embajadora de Estados Unidos, Linda Jewell, describe a Moreno como un constructor de puentes con un buen sentido del humor que tendrá una influencia moderadora sobre Correa, un izquierdista que cerró una base militar estadounidense.
“Moreno transmite una conducta madura y serena y un compromiso genuino de hacer una diferencia positiva para su país”, según el cable confidencial.
El año pasado, Assange se encontró en una disputa pública con sus anfitriones, quienes cortaron brevemente su acceso a Internet en venganza por publicar en WikiLeaks correos electrónicos supuestamente dañinos dirigidos a la campaña presidencial de Hillary Clinton.
Los fiscales suecos están investigando a Assange sobre un posible delito sexual en ese país en 2010. Assange ha negado las acusaciones contra él y se negó a conocer a fiscales en Suecia temiendo que sería extraditado a Estados Unidos para enfrentar cargos de espionaje si salía de la embajada.
