Los políticos de la oposición en Kenia han acusado al gobierno de llevar a cabo una campaña de “genocidio” contra las minorías étnicas luego de las polémicas elecciones presidenciales del país.
El lenguaje duro aumentará las tensiones aún más, lo que provocó temores de una mayor polarización en lo que ya es un país profundamente dividido.
La violencia esporádica continuó el viernes y la policía dijo que mataron a tiros a un hombre, elevando a cinco el número de muertos confirmados desde que comenzó la votación el jueves. Todos fueron asesinados en el oeste del país, que apoya a la oposición.
Hasta ahora este año, 44 personas han muerto en violencia relacionada con las elecciones desde la encuesta de agosto.
Con Uhruru Kenyatta, el presidente en ejercicio, que actualmente gana casi el 98% de los votos tras un boicot de la oposición, ahora la atención se centra en la participación en la encuesta.
El número total de votos emitidos aún se contabilizaba a última hora del viernes, pero el total al inicio de la noche era de 6,4 millones de votos, alrededor de un tercio de los votantes registrados.
La baja proporción de votantes elegibles que acudieron a las urnas socavará la credibilidad de cualquier mandato que Kenyatta pueda reclamar y será visto como una victoria de la oposición, que llamó a un boicot.
“Este gobierno no está contento de que la gente lo haya rechazado. Ha elegido luchar a través de la violencia, la muerte y el caos “, dijo el político opositor Musalia Mudavadi, acusando al gobierno de desplegar fuerzas de seguridad en el oeste del país para llevar a cabo un” pogrom genocida “.
Kenia es un mosaico de diferentes comunidades y grupos étnicos. Durante mucho tiempo ha habido un resentimiento hirviente entre aquellos que tienen más influencia, como los kikuyu, y los que se consideran marginados, como los luo.
Con información de The Guardian
