Kiko Vega castiga la línea editorial de ZETA retirándole publicidad

Que Francisco ‘Kiko’ Vega es sensible a las críticas hace mucho tiempo que no es noticia. El actual gobernador de Baja California ha dedicado mucho más tiempo y esfuerzo en trabajar con su departamento de Comunicación Social y en ‘limpiar su imagen’ que en hacer algo de provecho. Por tanto no es de extrañar que durante su administración surgieran y crecieran las ‘campañas negras’ contra sus rivales políticos.

Por desgracia para Kiko, tanto tiempo, esfuerzo y preocupación por controlar la opinión pública no le ha dado ningún tipo de réditos. Ya se vio en las elecciones del 1ro de Julio, donde su partido perdió prácticamente todo lo que había por perder. Se ha visto también en sus intentos para ‘darse un lavado de cara’ ante las acusaciones de corrupción que cada vez suenan con más fuerza alrededor de su persona, pues en vez de limpiar su nombre lo ha terminando enlodando.

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En fin, que todo intento de mantener el control de la opinión pública (y los 93 millones de pesos en presupuesto que ha empleado para ello) ha terminado enfangándolo más y más. Quizá se deba a algún tipo de incompetencia intrínseca a su carácter, pero la cosa simplemente no le ha dado resultado. No hay mejor ejemplo de esto que su último intento de censurar al semanario ZETA, al cual amenazó con retirarle dinero de la publicidad del Gobierno debido a las constantes críticas a su mandato.

De acuerdo con la codirectora de ZETA, Adela Navarro Bello, el director general de Comunicación Social del Gobierno del Estado (y orquestador de las campañas negras del panismo en Baja California), Raúl Reynoso Nuño solicitó una junta para expresar el disgusto del gobernador con el tratamiento que recibe del semanario.

En particular, a Kiko Vega le hizo ruido la edición 2317, donde el semanario denuncia los millones que ha ganado el gobernador vendiendo propiedades a funcionarios y proveedores de su administración.

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Tras expresar su disgusto, Reynoso Nuño le confirmó a Navarro que el Gobierno del Estado suspendería las pautas de publicidad oficial, castigando económicamente al medio

Su amenaza no sólo es un gesto de la autocracia más rancia, sino que ha terminado convirtiéndose en un tiro en el pie, pues ZETA aprovechó para denunciar su amenaza de extorsión en los medios nacionales. Habrá que ver qué dice su departamento de Comunicación Social al respecto.

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Con información de Sin Embargo