Baja California.- En los últimos dos años, el Gobierno del Estado encabezado por Francisco Vega de Lamadrid, solicitó un total de trece préstamos a corto plazo para solventar los compromisos financieros de la administración.
Debido a que eran préstamos a cubrirse en un año, no necesitaban la aprobación del Poder Legislativo, lo que dio carta blanca al endeudamiento mientras los préstamos no sobrepasaran el 6% del recurso asignado en la Ley de Ingresos vigente.
Se estima que en total se habrán pedido más de 6 mil millones pero entre abonos y múltiples reestructuraciones de la deuda, a diciembre de 2018 quedaba pendiente cubrir 2 mil 300 millones de pesos, según las declaraciones del secretario de Planeación y Finanzas, Bladimiro Hernández Díaz.
La única justificación fue que el Estado tiene “deficiencias de liquidez temporal” además de que el Ejecutivo Federal entregó de 2014 a 2018 alrededor de 98 mil millones de pesos en montos extraordinarios, según comentó el académico Roberto Valero Berrospe.
Como consecuencia agencias calificadoras como Fitch Ratings, HR Ratings y Moody’s Investors Services, bajaron la calificación crediticia de Baja California de manera consecutiva en los últimos tres años, algo que nunca había ocurrido.
Con información de Sinembargo
