Altos funcionarios de la NASA han rechazado una acusación desordenada de los medios rusos que sugieren que un astronauta estadounidense perforó un agujero en la Estación Espacial Internacional (ISS) en un intento de regresar a casa temprano después de sufrir un colapso psicológico.
En un artículo de la agencia de noticias estatal rusa TASS, un empleado anónimo de “alto rango” de la agencia espacial rusa Roscosmos acusó a la astronauta estadounidense Serena Auñón-Chancellor de perforar deliberadamente un agujero en el vehículo Soyuz MS-09 de la ISS.
El agujero de perforación de 2 milímetros en el vehículo Soyuz se informó por primera vez en agosto de 2018 cuando los controladores de la misión notaron una reducción en la presión en uno de los módulos. La pequeña fuga fue rápidamente remendada y reparada, pero la causa del agujero sigue siendo un misterio. Si bien EE. UU. Sugirió que el agujero se hizo durante la construcción en casa en la Tierra, los medios rusos han señalado previamente la culpa a los astronautas estadounidenses.
Como se detalla en un estudio científico, se sabe que Auñón-Chancellor experimentó la primera trombosis venosa profunda, también conocida como coágulo de sangre, en el espacio de la vena yugular de su cuello durante su vuelo en la EEI entre junio y diciembre de 2018. La fuente anónima en Roscosmos afirma que esto le provocó una “crisis psicológica aguda”, lo que la llevó a crear un agujero en un intento de “acelerar su regreso” a la Tierra.
Los reclamos enormes requieren pruebas sólidas, pero la fuente de Roscosmos no proporciona ninguna prueba definitiva para respaldar la acusación. Los funcionarios no identificados explicaron que la cámara de video en esta parte de la ISS no funcionaba inexplicablemente en ese momento y “los estadounidenses se negaron a pasar el detector de mentiras del polígrafo”. También dicen que se perforaron ocho agujeros en el módulo, pero solo uno penetró en el casco. Esto, argumentan, sugiere que los agujeros fueron perforados en condiciones de ingravidez por alguien con poco conocimiento del vehículo Soyuz MS-09 (en otras palabras, no un cosmonauta ruso). Los funcionarios de la NASA han rechazado los rumores, apoyando a Auñón-Chancellor y declarando que creen que la acusación no tiene credibilidad.
“Los astronautas de la NASA, incluida Serena Auñón-Chancellor, son muy respetados, sirven a su país y hacen contribuciones invaluables a la agencia”, tuiteó Kathy Lueders, jefa de vuelos espaciales tripulados de la NASA, el viernes. “Respaldamos a Serena y su conducta profesional. No creemos que estas acusaciones tengan credibilidad”.
El administrador de la NASA, Bill Nelson, siguió el tweet y agregó: “Estoy totalmente de acuerdo con la declaración de Kathy. Apoyo completamente a Serena y siempre estaré detrás de nuestros astronautas”.
Es poco probable que este sea el final de esta disputa en constante desarrollo. La EEI fue vista durante mucho tiempo como una excepción a las tensiones geopolíticas que existían entre Rusia y Estados Unidos en la Tierra. Sin embargo, con Rusia amenazando con retirarse de la EEI para 2025 y la creciente militarización del espacio, el futuro de esta amable relación sigue siendo incierto.
Con información de IFL Science
