Lino perdió sus piernas por la imprudencia de un conductor

A pesar del trago amargo y la adversidad, no se dejó vencer y junto con su esposa forjó su micronegocio familiar.

TIJUANA, Baja California.- A pesar de que la vida le jugó mala a Lino Cabrera Rafael, sus ganas de vivir y de salir adelante no endurecieron su corazón y perdonó a la persona que le causó daño y que le hizo perder sus piernas.

Fue un 2 de febrero del 2008 cuando al ir por su hija a la escuela, él estaba en una esquina para cruzar y sorpresivamente un vehículo se impactó con el cuerpo de Lino, el conductor estaba en estado de ebriedad.

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Su pierna izquierda se le desprendió, él solo recuerda que se estaba desangrando y debatiendo entre la vida y la muerte, hasta que llegó la ambulancia y fue atendido en el Hospital General de Tijuana.

“Yo tengo un repudio contra toda aquella gente irresponsable que toma y que no mide una consecuencia o se pueden matar hasta ellos solos, Lamentablemente, en estos casos lastiman a otra gente, como fue en mi caso, me quitaron parte de mis funciones. Yo era una persona, lo sigo siendo, pero ya no en su totalidad, yo lo entiendo, era una persona que dependía al 100 por ciento de mis actividades pero hoy sé que he mermado, no soy la misma persona, esa es la inconciencia de la gente que toma, que no mide el daño que puede causarle a una segunda o tercera persona”, comentó Lino.        

El terrible accidente finalmente lo dejó sin dos piernas y siendo dependiente de una silla de ruedas, lo que le causó una profunda depresión, pero fue gracias a que se rodeó de las personas correctas que pudo salir adelante.  

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Todo lo sucedido le dejó una enseñanza de fortaleza para no dejarse vencer ni pensar que la vida se acabó por el accidente que él tuvo.

“Es algo fuerte inicialmente cuando pasa esto, el primer año tuve muchos, se puede decir pensamientos negativos, la verdad como cualquier persona que reacciona de la noche a la mañana, que le pase algo, pues obviamente no sabe qué hacer, pero gracias a Dios y, lo puedo decir, a un pastor que me ha estado visitando desde el inicio de mi accidente, me ayudó espiritualmente con palabras positivas que me marcaron la vida, siempre las he traído dentro de mi corazón de no dejarme vencer, de seguir luchando hasta que Dios me recoja de esta tierra”, recordó.

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Actualmente, Lino tiene 52 años y trabaja en su negocio familiar, un puesto de tacos varios, cerca del Hospital General de Tijuana junto con su esposa María García. Su horari es de lunes a viernes desde las 4:30 de la mañana.

“Nos levantamos todos los días a picar verdura, a lavar trastes, acomodar todas las cosas para que a buena hora nosotros ya estemos aquí en el negocio de mi señora, estemos a buena hora ya para poder ofrecer los tacos al público”, dijo.

Lino ahora más que nunca disfruta de la vida, a pesar de las limitaciones de su cuerpo y quiere ampliar su negocio familiar e inculcarles a sus hijas, Edna Cabrera y Brigitte Cabrera, la importancia de estar bien a pesar de las adversidades.

“Que tengan ánimos, que no se dejen vencer, que luchen porque la vida es bonita y si no la disfruta la gente es porque verdaderamente no encuentran ese punto esencial, pero la vida es muy bonita”, concluyó.

Con información de Johanna Mejía