El partido gobernante en Zimbabwe le ha dado a Robert Mugabe hasta el mediodía del lunes para renunciar como presidente o enfrentar un juicio político por parte del parlamento.
En una reunión extraordinaria en Harare, la capital, el domingo por la mañana más de 200 líderes de Zanu-PF votaron para despedir a Mugabe como el líder del partido y exigieron que el ciudadano de 93 años “dimita inmediatamente de su puesto como jefe de estado”.
La movida de su propio partido debilita significativamente la posición de Mugabe, quien se negó a dimitir luego de una toma de poder militar la semana pasada, a pesar de las enormes manifestaciones en ciudades de todo el país el sábado que exigían que abandonara el poder.
Mugabe ha argumentado que la toma militar es un golpe ilegal y parece estar esperando que esto desencadene una intervención regional, dijeron fuentes familiarizadas con sus negociaciones con el ejército.
El parlamento de Zimbabwe se reunirá el martes luego de una suspensión de una semana y lanzará un juicio político de inmediato si el presidente no renuncia, dijeron los parlamentarios.
El procedimiento no tiene precedentes y no está claro cuánto tiempo tomará.
Zanu-PF también expulsó a Grace Mugabe, la primera dama divisiva, y veinte de sus socios más cercanos.
Cuando la moción fue aprobada, removiendo a Mugabe del líder del partido y nombrando a Emmerson Mnangagwa para reemplazarlo, el salón de delegados de Zanu-PF rompió en aplausos, cantos y bailes.
Los aproximadamente 200 miembros del comité central se pusieron de pie, muchos cantando el nombre de Mnangagwa.
“Este es el día que define el nuevo nacimiento y desarrollo de nuestro país”, dijo Mike Madiro, presidente de una de las ramas provinciales del partido gobernante que había puesto en marcha formalmente el destronamiento de Mugabe.
Con información de The Guardian
