El primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, quien forjó un acuerdo de paz con Eritrea el año pasado, ganó el premio Nobel de la Paz de 2019.
El premio reconoce los “esfuerzos de Abiy para lograr la paz y la cooperación internacional, y en particular su iniciativa decisiva para resolver el conflicto fronterizo con la vecina Eritrea”, dijo Berit Reiss-Andersen, presidente del comité noruego del Nobel.
Uno de los mayores logros de Abiy desde que llegó al poder en abril del año pasado fue el acuerdo de paz firmado tres meses después, que puso fin a un estancamiento militar de casi 20 años con Eritrea después de su guerra fronteriza de 1998-2000.
Abiy también ha impulsado reformas internas, cambiando drásticamente la atmósfera en lo que se consideraba un estado represivo. Su renuncia pública a los abusos del pasado trazó una línea divisoria entre su administración y la de sus predecesores, al igual que el nombramiento de ex disidentes y un gran número de mujeres para cargos de alto nivel.
Abiy dijo: “Estoy muy humilde y emocionada … muchas gracias. Es un premio otorgado a África, otorgado a Etiopía, y puedo imaginar cómo el resto de los líderes africanos lo tomarán positivamente para trabajar en el proceso de construcción de la paz en nuestro continente “.
Otras figuras que fueron consideradas en la carrera por el premio de este año incluyeron a la activista climática sueca Greta Thunberg, de 16 años, Angela Merkel, la canciller alemana y activistas prodemocracia de Hong Kong.
Noventa y nueve premios Nobel de la paz se han otorgado desde 1901 a individuos y 24 organizaciones. Mientras que los otros galardonados con el Premio Nobel se anuncian en Estocolmo, el premio de la paz se otorga en la capital noruega, Oslo.
Abiy, de 43 años, un ex oficial militar especializado en ciberinteligencia, se ha forjado una reputación como un líder audaz preparado para asumir riesgos para abordar problemas de décadas de antigüedad.
Con información de The Guardian
