El presidente catalán, Carles Puigdemont, se ha negado a aclarar si declaró la independencia de Cataluña de España la semana pasada, pero ha reiterado sus llamados a negociaciones con el gobierno madrileño para resolver la actual crisis política del país.
Aunque Puigdemont firmó una declaración de independencia unilateral el martes pasado, alegando que el reciente referéndum le había otorgado un mandato a su gobierno para crear una república soberana, propuso que se suspenderan los efectos de la declaración por unas pocas semanas para permitir el diálogo.
El primer ministro español, Mariano Rajoy, respondió con un ultimátum al día siguiente. Advirtió que Puigdemont tenía hasta el lunes 16 de octubre para confirmar si había declarado la independencia y hasta el jueves 19 de octubre para abandonar su intento de independencia o enfrentarse a la imposición de un gobierno directo desde Madrid.
En una carta del lunes, el presidente catalán no respondió la pregunta de Rajoy, sino que pidió una reunión urgente “antes de que la situación empeore aún más”.
“La prioridad de mi gobierno es perseguir de todo corazón el camino del diálogo”, escribió Puigdemont.
“Queremos hablar, como lo hacen las personas en las democracias establecidas, sobre el problema que enfrenta la mayoría de los catalanes que quieren comenzar su viaje como país independiente en Europa. La suspensión del mandato político recibido en las urnas el 1 de octubre muestra nuestro firme deseo de encontrar una solución y no una confrontación “.
El gobierno español dijo que estaba decepcionado de que Puigdemont hubiera elegido no responder si la independencia había sido declarada y le recordó que tiene hasta el jueves para volver al camino de la legalidad.
“No debería haber sido muy difícil responder sí o no sobre si la independencia ha sido declarada”, dijo la vice primer ministro de España, Soraya Sáenz de Santamaría, el lunes por la mañana.
“No creo que hubiera sido una respuesta complicada. Con un problema tan importante como este, todo lo que pedimos es claridad. Prolongar la incertidumbre a través de una confusión deliberada solo sirve a aquellos que quieren acabar con la armonía cívica “.
En la carta, Puigdemont dijo que su gobierno proponía una ventana de diálogo de dos meses antes de seguir adelante con la independencia, pero pidió a las autoridades españolas que pusieran fin a lo que llamó “la represión del pueblo y el gobierno catalán”.
Criticó la decisión del tribunal nacional español de investigar al jefe de la policía catalana y a dos líderes de grupos de la sociedad civil independentistas por sedición, y se quejó de la represión del referéndum y la “brutal violencia policial” que se vio el día de la votación.
Con información de The Guardian
