Redes de explotadores se afianzan en nuestra frontera

TIJUANA, Baja California.- Lo dicho, Tijuana es un agujero negro donde niños, mujeres y hasta hombres, algunos de ellos migrantes,  se convierten en mercancía cuando caen en las manos de las redes de trata de personas, a veces con fines sexuales u otro tipo de explotación.

“La trata de personas con fines sexuales es un problema anejo. La capital de los padrotes que está en el estado de Tlaxcala es una tercera generación, son los abuelos, los papás y los hijos que continúan con esa tradición de inducir a las mujeres a la prostitución”, aseguró Víctor Clark, director Centro Binacional Derechos Humanos.

- Publicidad-

En esta frontera, los proxenetas han tendido nexos con los gobiernos panistas,  para que las jóvenes traídas de estados del centro y sur de la República puedan trabajar con la bendición oficial. “Son redes muy consolidadas que tienen 3 generaciones, los consignados son realmente escasos”, comentó el director Centro Binacional Derechos Humanos.

Para estos depredadores, que pueden ser localizados en los billares de la Zona Norte, Tijuana es un trampolín para llevar su mercancía humana a Estados Unidos, donde promocionan a sus muchachas  mediante tarjetas en las que se anuncian como florerías o joyerías, eufemismos que disfrazan la explotación sexual.   Clark indicó que las mujeres que son obligadas a esta practica son menores de edad o no rebasan de los 19 años “Las jovencitas son casi adolescentes 17 18 19 no falta una menor de edad”.

Así, nuestra frontera se encuentra en una encrucijada donde integrantes de los grupos vulnerables, están expuestos a diversos tipos de explotación.

- Publicidad -

Con información de: Juan Arturo Salinas