Lo que había sido considerado como la mejor última oportunidad para la reunificación de Chipre colapsó espectacularmente el viernes, alimentando los temores de que la isla mediterránea se dirija hacia una partición permanente.
Las negociaciones auspiciadas por la ONU en los Alpes suizos durante los últimos 10 días se interrumpieron abruptamente luego de que las negociaciones descendieran en las primeras horas a “gritos y drama”, terminando con la mayor esperanza de resolver la disputa de 43 años.
El líder turco-chipriota Mustafa Akıncı, que había apostado su carrera política en una solución, predijo que los esfuerzos futuros para reunir a Chipre bajo un paraguas federal serían excepcionalmente difíciles.
Dirigiéndose a los periodistas horas después de que el visiblemente desalentado secretario general de la ONU, Antonio Guterres, anunciara el fracaso, dijo: “Deseo la próxima generación de buena suerte en esto y que un día quizás los turcochipriotas y los grecochipriotas decidan juntos que ya no hay necesidad de tropas en la isla “.
La cuestión del mantenimiento de los derechos de intervención militar – insistió en Turquía – bajo un sistema tripartito de seguridad de “poder garante” concebido cuando Chipre obtuvo la independencia de Gran Bretaña, estaba en el punto crucial del colapso.
Mientras que el asesor especial de la ONU Espen Barth Eide, que presidió las conversaciones para la reunificación, describió las posiciones de ambas partes como “cercanas, pero no lo suficientemente cerca” diplomáticos dijeron que era la discusión sobre la presencia de tropas y el estado de garantías lo que terminó derribando el proceso.
Con información de The Guardian
