El ejército ruso dijo que pudo haber matado al líder del Estado Islámico, Abu Bakr al-Baghdadi, en un ataque aéreo en Siria a finales de mayo.
Moscú dijo que tenía información de que al-Baghdadi estaba entre una reunión de hasta 30 líderes el EI en la ciudad de Raqqa, al noreste del país, que fue golpeada por sus aviones de combate poco después de la medianoche del 28 de mayo.
El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, dijo que la demanda permanecía sin probar. “Hasta ahora, no tengo ninguna confirmación del 100% de la información de que Abu Bakr al-Baghdadi ha sido asesinado”, dijo.
Desde entonces, desde las filas del grupo terrorista no se ha sugerido que su líder fugitivo hubiera sido asesinado o herido. La coalición militar liderada por Estados Unidos que combate al EI en Irak y Siria dijo que no pudo confirmar el informe.
La pérdida de esa cifra sería difícil de ocultar, incluso entre una organización reconocida por asegurar la información sensible.
Reclamos de que al-Baghdadi perdió la vida tras ataques aéreos se han hecho con frecuencia durante los últimos tres años – el más reciente vino de los militares sirios esta semana. Ambos gobiernos consideran la guerra psicológica como un componente esencial de la guerra contra el grupo, y es probable que los esfuerzos por paralizar la moral se intensifiquen a medida que continúe sufriendo pérdidas.
La afirmación del Ministerio de Defensa ruso de que su ataque aéreo mató a “unos 30 comandantes de campo ya unos 300 militantes de su seguridad personal” también sería, si se confirmaba, un golpe extraordinario contra el EI. Los analistas han puesto en duda muchas afirmaciones anteriores del Ministerio de Defensa ruso, lo que sugiere que los objetivos declarados de Moscú y los logros a menudo no se alinean con los resultados de los ataques aéreos rusos en el terreno.
Agencias de inteligencia occidentales y regionales creen que Baghdadi, el hombre más buscado del mundo, resultó gravemente herido a finales de febrero de 2015, pero desde entonces se recuperó y permanece en control funcional de EI, ya que rápidamente pierde territorio.
Con información de The Guardian
