Se les cayó el cantón

Son ya casi una decena las tragedias que cuenta Tijuana en materia de deslizamientos de tierra que terminan por sepultar lo que hoy ya suman cientos de casas , dejando en la calle a otras tantas familias. Solo un milagro ha impedido que se registren pérdidas humanas.

De suyo, nuestra frontera tiene una topografía sumamente accidentada y basta recorrer algunas de las colonias para darnos cuenta del inminente peligro que corren miles de ciudadanos asentados en Tijuana, pero si a esto le sumamos la codicia, la irresponsabilidad, el desaseo con que opera la administración pública, es arrojarle gasolina al fuego.

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A la caída de casas y calles en División del Norte, Camino Verde, Sánchez Taboada, Manuel Paredes, Anexa  Miramar, se suman hoy los casos de Lomas del Rubí y de la Reforma,  y no se puede decir que se trate de invasores y de casas de cartón.

Son terrenos que en su momento fueron vendidos por dependencias como Inmobiliaria del Estado y otros, y cuya responsabilidad  hoy parece desvanecida.

Si acaso en Laderas de Monterrey, hubo respuesta al grado de hospedar a los damnificados en hoteles de lujo, aunque es justo aclarar que muchos de los gastos y de las reposiciones corrieron a cargo de la constructora Amaya Curiel, la cual por cierto erigió todo un muro de contención para su fraccionamiento Monterrey Vista Residencial, cuyo colapso afectó a los residentes del fraccionamiento La Sierra, ubicados debajo.

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Para nadie es un secreto que en Tijuana la propiedad de la tierra es una arena tan movediza, que oscuros manejos en los catastros y el Registro Público de la Propiedad, hacen cambiar de manos casas, terrenos y propiedades en un dos por tres.

(Vaya de ejemplo: un ex funcionario del gobierno corrupto de Jorge Astiazarán, de quien era familiar, César Arce, era el encargado de detectar terrenos abandonados pero en vez de reportarlos a la dependencia para la que trabajaba,  se los agenciaba mediante edictos ante juzgados y toda esa ruta necesaria para lograr la prescripción de los predios).

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Solo el papel  de los medios logró llevar el caso de Lomas del Rubí a la atención nacional, y ni así han logrado respuesta clara por parte de las autoridades, y mucho menos de Grupo Melo, señalado como el responsable del colapso de sus propiedades.

Imaginemos el trago amargo de aquellas familias carentes de la atención de los medios, y a quienes se les deja de lado ante la mínima posibilidad de encontrar una solución a la pérdida de sus propiedades.

En fechas recientes, los damnificados de Camino Verde y de Sánchez Taboada, lograron ser escuchados por funcionarios municipales en Palacio Municipal, y aunque hubo respuestas elusivas y una clara intención por parte de algunos de ellos como el secretario de Gobierno, Leopoldo Guerrero, de jugarle al tonto con tal de ganar tiempo, ya hay una presión que puede llevar a un buen resultado.