Corea del Sur está enfrentando una reacción pública negativa por su acercamiento deportivo con Corea del Norte, y los críticos surcoreanos acusan al gobierno de convertir los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang del próximo mes en los “Juegos Olímpicos de Pyongyang”.
Después de tres reuniones de alto nivel en su frontera en poco más de una semana, Corea del Norte y Corea del Sur propusieron formar un equipo conjunto de hockey sobre hielo femenino y permitir a sus atletas marchar juntos bajo una bandera en los juegos del mes próximo en Corea del Sur.
A pesar de los desafíos logísticos planteados por el acuerdo de once horas de Corea del Norte para competir en Pyeongchang, se espera que el Comité Olímpico Internacional haga una propuesta de audiencia cuando se reúna con funcionarios de ambos países en Lausana el sábado.
Pero los jóvenes y los conservadores surcoreanos han acusado al presidente del país, Moon Jae-in, de sacrificar los ideales olímpicos por conveniencia diplomática.
El índice de aprobación de Moon cayó a un mínimo de cuatro meses del 67% el viernes, como reflejo de la tibia respuesta del público a sus intentos de promover una distensión olímpica que espera conduzca a un avance diplomático sobre los programas de misiles balísticos y armas nucleares de Pyongyang.
La calificación de aprobación de Moon entre personas de entre 20 y 30 años, su soporte principal, cayó a 75% y 82% respectivamente, seis puntos porcentuales menos y siete puntos porcentuales más que la semana pasada.
“Corea del Norte estaba a punto de disparar misiles el año pasado, pero de repente quieren venir al sur para los Juegos Olímpicos. ¿Quién puede decidir eso? “, Dijo Kim Joo-hee, un residente de Seúl de 24 años. “¿Tiene Corea del Norte tantos privilegios para hacer lo que quiera?”
Los políticos conservadores expresaron su enojo por la propuesta de que los atletas del país marchen con sus homólogos norcoreanos bajo una bandera de unificación en lugar de la bandera de Corea del Sur.
Con información de The Guardian
