Un tren de Amtrak que cayó desde un paso elevado al sur de Seattle el lunes viajaba casi tres veces el límite de velocidad para esa sección de la vía, según los investigadores.
Algunos de los vagones del tren, que habían hecho su primera carrera a lo largo de una nueva ruta más rápida, cayeron sobre la carretera, matando al menos a tres personas, hiriendo a docenas y aplastando dos vehículos, dijeron las autoridades.
Los investigadores federales dicen que el tren viajaba a 129 km/h en una zona de 50 km/h. Bella Dinh-Zarr, miembro de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte, dijo en una conferencia de prensa el lunes por la noche que el registrador de datos del evento en la locomotora trasera proporcionaba información sobre la velocidad del tren.
Dinh-Zarr dijo que todavía no se sabía qué causaba que el tren se descarrilara y que “es demasiado pronto para decir” por qué iba tan rápido. Ella dijo que era probable que los investigadores federales estuvieran en la escena por una semana o más.
Había 80 pasajeros y cinco tripulantes en servicio a bordo cuando el tren descarriló y 13 carruajes se cayeron de las vías. Además de las tres muertes confirmadas, más de 70 personas necesitaron atención médica, incluidas 10 con lesiones graves.
Aleksander Kristiansen, un pasajero de 24 años de Copenhague, dijo que había estado en el baño cuando ocurrió el accidente y que lo tiraron al suelo. Cuando se levantó, el tren temblaba, dijo.
“No creí que sucedió cuando sucedió”, dijo.
Kristiansen, quien se encontraba en Seattle para un programa de intercambio, dijo que su vagón se había detenido en un terraplén empinado, y que había salido de la parte trasera del auto y había ayudado a otros a salir.
Los primeros en responder pasaron horas buscando en los vagones del tren, algunos de los cuales no eran seguros para entrar ya que continuaban colgando del paso elevado.
Con información de The Guardian
