Donald Trump usó un lenguaje racista el domingo para atacar a cuatro congresistas demócratas progresistas, y les dijo que “regresen y ayuden a reparar los lugares totalmente dañados e infestados de delitos de los que vinieron”.
El presidente de EEUU no mencionó sus objetivos, pero el ataque se dirigió a un grupo de congresistas liberales que tuvieron un encuentro con la jefa de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y que a veces se conoce como el “escuadrón”: Alexandria Ocasio- Cortez de Nueva York, Ayanna Pressley de Massachusetts, Rashida Tlaib de Michigan e Ilhan Omar de Minnesota.
Sólo Omar, que es de Somalia, no nació en Estados Unidos. Pressley es afroamericana, Tlaib nació de inmigrantes palestinos y Ocasio-Cortez proviene de una familia puertorriqueña de Nueva York.
Tlaib respondió diciendo que Trump “necesita ser acusado”. Ocasio-Cortez dijo: “El país del que ‘vengo’ es Estados Unidos”.
Omar llamó a Trump “el peor, más corrupto e inepto presidente que hemos visto”. Pressley dijo: “Así es como se ve el racismo. Somos lo que parece la democracia “.
Bernie Sanders estuvo entre otros que llamaron racista al ataque. “Cuando llamo racista al presidente, esto es de lo que estoy hablando”, escribió el senador de Vermont en Twitter.
Justin Amash, un congresista de Michigan que abandonó el partido republicano por su oposición a Trump, calificó los comentarios de “racistas y asquerosos”.
Trump respondió a la protesta en Twitter el domingo por la noche y dijo que era “triste ver a los demócratas defendiendo a las personas que hablan tan mal de nuestro país”.
Anteriormente, Nihad Awad, director ejecutivo nacional del Consejo de Relaciones Americano-Islámicas, dijo: “Si Trump le gritaba lo mismo a una mujer musulmana que llevaba un hiyab en un Walmart, podría ser arrestado”.
Con información de The Guardian
