El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente ruso, Vladimir Putin, tendrán una reunión oficial el viernes por la tarde en Hamburgo en la cumbre del G20.
La Casa Blanca y el Kremlin confirmaron el martes que los presidentes se reunirían oficialmente en lugar de una reunión informal durante la conferencia.
Las relaciones entre los dos países están tensas desde que Estados Unidos mantiene sanciones contra Rusia por su anexión de Crimea, investiga la intromisión de Rusia en las elecciones presidenciales de 2016 y tratar de evitar un choque con las fuerzas rusas en Siria, donde ambos países luchan contra el Estado Islámico.
La Casa Blanca dijo el martes que “será una reunión bilateral normal”.
“Está planeado como una reunión de pleno derecho”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, según la agencia estatal rusa de noticias, Tass.
Es la primera reunión bilateral oficial entre los presidentes de Estados Unidos y Rusia desde septiembre de 2015, cuando Obama y Putin se reunieron durante 90 minutos en las Naciones Unidas.
Dos días después de la reunión, Rusia lanzó sus primeros ataques aéreos en Siria. Rusia dijo que las huelgas dirigidas a Isis, aunque varios informes de la tierra indicaron que las huelgas golpean principalmente a los grupos menos extremos que luchan el régimen de Bashar al-Assad.
Ese movimiento rompió cualquier apariencia de cooperación entre los EE.UU. y Rusia que surgió de la reunión bilateral.
En la conferencia del G20 del año pasado, Obama y Putin se reunieron informalmente en una reunión “retirada”, una señal de que las relaciones entre los dos países debían mejorar antes de que se organizara una reunión oficial.
Trump, sin embargo, pidió repetidamente mejorar las relaciones entre los EE.UU. y Rusia en la campaña electoral y ha hablado muy bien de Putin durante varios años. En 2015, dijo a periodistas “Putin es una persona mejor que yo” y en febrero, Trump dijo que “le encantaría ser capaz de llevarse bien con Rusia”.
El asesor de seguridad nacional de Trump, HR McMaster, dijo a periodistas la semana pasada que la entrevista en Hamburgo sería desestructurada. “No hay una agenda específica. Realmente va a ser lo que el presidente quiera hablar “, dijo McMaster.
Con información de The Guardian
