Turquía afirma haber rodeado a Afrin en el norte de Siria, sitiando a más de 200,000 civiles, muchos de los cuales intentaban huir de lo que temen sería un inminente bloqueo y bombardeo de la ciudad mayoritariamente kurda.
Las colas de familias ansiosas que se extienden por varios cientos de metros corrieron hacia la última salida restante en el sur de la ciudad el viernes, cuando el ejército turco y miembros de una fuerza de representación árabe, que movilizó hace siete semanas, consolidaron posiciones que gradualmente habían tomado desde el lunes.
Los avances marcaron un momento significativo en más de dos meses de enfrentamientos entre grupos kurdos y fuerzas dirigidas por Turquía y plantearon nuevas preguntas sobre los planes de Ankara para el área étnicamente mixta, que se ha convertido rápidamente en un punto focal de la guerra civil de Siria y un ejemplo de tensiones entre árabes, turcos y kurdos en general.
Las ganancias de Turquía también continúan mostrando la fricción entre Ankara y Washington, que ha utilizado a los grupos kurdos como representantes para luchar contra el Estado Islámico en el noreste de Siria, para disgusto de los líderes turcos. Estados Unidos no ha intervenido desde que comenzó la campaña el 20 de enero, alegando que estaba comprometida con la defensa de sus aliados solo en áreas en las que tenía presencia.
Muchos de los que huyeron el viernes eran familias kurdas que temían que no se les permitiera regresar y que las familias árabes serían trasladadas a sus barrios en una campaña orquestada por Ankara para expulsar permanentemente a los grupos militantes kurdos de la frontera sudoeste de Turquía.
Al comienzo de la operación militar, el presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, dijo: “El objetivo de Turquía es devolver a Afrin a sus legítimos propietarios”, una declaración que desde entonces ha sido utilizada por los grupos kurdos para afirmar que tiene la intención de diseñar un grupo demográfico. cambio. Sin embargo, aviones militares turcos arrojaron volantes sobre Afrin el viernes que afirmaban que la incursión estaba dirigida solo a obligar a los militantes aliados de la milicia YPG a huir del área.
Con información de The Guardian
