TIJUANA, Baja California.- Desde muy temprana hora, el gobierno del estado ejecutó la orden de expropiación de los campos de béisbol de Playas de Tijuana y la acción fue calificada por los residentes del área como un acto de justicia, ya que después de varios años de lucha el terreno será devuelto a la comunidad.
De acuerdo con el señor Saul Torres, quien vive en la zona, la lucha inició desde hace 12 años, por lo que el tema no fue ocurrencia del gobernador Jaime Bonilla, ni tampoco se trata de expropiar los terrenos para luego venderlos a la familia Musquiz con el propósito de que cumplan con los requisitos de construcción para un conjunto habitacional ubicado frente los campos de béisbol, tal y como lo señaló el abogado Carlos Atilano.
“Que tiene propósito de varios edificios y que Carlos Atilano dijo que no tienen ni un metro cuadrado de área verde y que esta expropiación es para dotar el proyecto de Musquiz de áreas verdes, eso es totalmente falso”, sentenció el vecino.
“Nosotros tenemos bien documentado y con base a esta lucha que inicio desde el 2009 con el ingeniero Camarillo como presidente de la Asociación de Vecinos de Playas lo hemos documentado y la expropiación de estos espacios se hizo porque fue una petición de los que somos aquí residentes de Playas que lo dirigimos a través del Instituto de Administración de Bienes para la Restitución Social y Bienes Asegurados y eso fue desde hace un año”, aseveró el señor Torres.
Con esto confirmó lo que ya había informado el titular de la Secretaría de General de Gobierno, Amador Rodríguez Lozano.
Mediante un fraude efectuado por el presidente de la Liga de Beisbol, Abel Bojórquez, y de la señora Norma Alicia González Medina, lograron vender 10 mil metros cuadrados de los campos de béisbol por más de 47 millones de pesos a la empresa City Market Desarrollos.
“Cuando se hizo el convenio de comodato a través de una empresa paraestatal de participación mayoritaria INCOBUSA en 1993, mediante contrato de comodato donó a la liga para hacer uso deportivo en beneficio de los deportivas y de la comunidad de Playas. En el 94 sale el acuerdo presidencial de liquidar y disolver la empresa paraestatal INCOBUSA y la liga no regulariza el predio, permanece hasta la fecha aparece el nombre de INCOBUSA en el Registro Público de la Propiedad y con base en eso, como la liga no regularizó, aprovechó para hacer una serie de argucias”, aseveró el señor Torres.
Explicó que al momento de que se disuelve INCOBUSA, el gobierno nombra a un liquidador para que éste se haga cargo de dejar limpias las cuentas de la empresa, sin embargo, el responsable entrega en el año 2001 un poder que actualmente no está vigente a la señora Norma Alicia González, quien de acuerdo con el señor Torres, se dice apoderada de INCOBUSA, lo que le permitió apropiarse de los terrenos y venderlos. Sin embargo, la acción no es legal porque el documento ya expiró, lo que se traduce en fraude.
De acuerdo con el presidente de la Asociación de Vecinos de Playas de Tijuana, Carlos Alberto Melo, los terrenos ya fueron vendidos a particulares.
“Se están recuperando las cabeceras del terreno que ya se habían vendido y se iban a construir un centro comercial y casas habitación, entonces estamos recuperando toda la manzana”, indicó el señor Melo.
De acuerdo con documentos del Registro Público de la Propiedad, la venta se realizó el pasado 7 de septiembre por más de 2 millones de dólares, que al tipo de cambio se traduce a 47 millones de pesos y fue inscrito ante el Registro el pasado 1 de octubre.
En relación con la expropiación de los terrenos, el gobernador Jaime Bonilla informó que la acción fue rápida por tratarse de un despojo que afecta directamente a los niños.
“Un presunto dueño de esos terrenos que fueron donados para el deporte, un dueño o un presidente de una liga de béisbol, empezó a venderlos a través de los gobiernos panistas corruptos, consiguió escrituras, quien sabe cómo lo haría. Se hizo lo que se tenía que hacer para proteger y defender los derechos de los niños y del deporte”, puntualizó el mandatario estatal.
Con información de: Carolina Vázquez
