TIJUANA, Baja California.- Por más de 50 años, los vecinos de la calle B en el fraccionamiento Ramos, han tenido una vialidad cerrada, lo cual les ha permitido mantenerla limpia, segura y tranquila. No obstante, esto cambió hace unas semanas, cuando la inmobiliaria Vica, comenzó a fraccionar en el predio contiguo.
La construcción del fraccionamiento Praga 44 ha generado una serie de situaciones que los vecinos denuncian públicamente, a raíz de que la inmobiliaria busca que la calle B sea uno de los accesos a como dé lugar, a pesar de que los accesos mostrados a los compradores son el bulevar Díaz Ordaz, y la calle Acacias, donde se encuentra un yonke, según lo expuesto por Gerardo Hernández, vecino de la calle.
“Ahora Urbanización dice que nosotros debemos de apoyarlos para abrir aquí, pero debemos estar luchando porque esta es una zona muy tranquila, por eso compramos, si usted ve, siempre va a estar limpio, esta inmobiliaria quiere meter sus ‘trocas’ de material para construcción y el acceso a sus compradores”, declaró.
La jardinera que los vecinos mantenían en la calle B tenía árboles que con su sombra hacían del límite de la calle un lugar para convivir tranquilamente.
Sin embargo, el sábado 25 de septiembre, los trabajadores de la construcción fueron a remover las plantas. Argumentando que uno de los árboles sobrepasaba los límites perimetrales con sus hojas, del cual los vecinos del fraccionamiento Ramos ya habían cortado este exceso.
Esto ocasionó que movieran las plantas y árboles al camellón central de la avenida Pátzcuaro, donde se puede ver la prepotencia por parte de los constructores, ya que algunas plantas resultaron dañadas, otros árboles no fueron bien plantados, y ni se diga del nulo espacio que tienen entre sí.
Después de que quisieron acabar con la edificación de la jardinera, los vecinos formaron una valla humana para impedirlo, y así mantener su calle cerrada, como debe de ser.
“Su idea es principalmente tumbar la jardinera para hacer paso por aquí, de hecho no nos querían poner un cerco porque nos afectaba por la seguridad, nosotros volvimos a reponer nuestro cerco un poco más cerca de aquí, y ellos ponen aquello de alambre con láminas todas colgadas que no sirven para nada y no protegen a nuestra vecindad”, aclaró el vecino.
El señor Gerardo Hernández, apuntó que además de esto, el pavimento de la calle resultó maltratado cuando hace ya bastante tiempo, el yonke de la zona utilizó la vialidad para meter vehículos montados en madrinas, por lo que el constante tránsito de camiones pesados con materiales de construcción deterioraría aún más el asfalto.
Además de eso, señaló que el espacio de la calle B no es el suficiente para el paso de los futuros residentes del fraccionamiento Praga 44.
“No va a caber una ‘troca’ aquí, de hecho el de la basura una vez chocó un carro del vecino, de esa compañía, y que le pagara, y el de la basura dijo ‘si no me quitan los carros ya no entro’, para que vean hasta dónde podemos llegar”, expresó.
De esta manera, los vecinos señalan a la inmobiliaria Vica por quererse adueñar de la calle B como paso para su nuevo fraccionamiento, saltándose lo establecido en el trazo municipal, también indican que la compañía está planeando utilizar la electricidad de un poste que los vecinos compraron hace mucho y sobre todo, exponen que con tal de lograr su propósito comercial, han utilizado mecanismos dudosos y fuerza bruta.
Con información de Sergio Carrillo
